En la química vivía un chico llamado acido acético el cual no era muy fuerte, venia trabajando hace rato acidulando ensaladas, pero un día se canso así que decidió cambiar su vida y salió a divagar por las calles de la ciudad. De inmediato un brillo metálico llamo su atención, quedo impresionado por esa chica que venia chipoteando en el agua y hidroxidandose provocativamente a cada paso. Fue amor a primera vista acido acético y sodio se encontraron entre llamadas de pasión y formaron parejas. Fruto de esa unión nació acético de sodio pero esta unión nació acetato de sodio pero esta unión estaba destinada al frasco, la señora sodio cansada de que el fruto de su amor estuviera condenado a un ámbito reducido comenzó a mirar con mucho interés a un acido mas fuerte y corrosivo. Su elección recayó en el fornido acido clorhídrico pero cayo en la cuenta que ese ya estaba emparejado con doña etano.
decidida a jugarse el todo la bella sodio arreglo un
encuentro casual con su príncipe azul a a la vuelta de la esquina simulo
tropezar y arrastro a su pareja y un choque con cloruro de etilo, en el cual
etano perdió un hidrogeno y se convirtió en etilo enamorando asi a acido
acético, desde hay todo el mundo cambio
para los cuatro fue algo muy loco por que hicieron un intercambio de
parejas, sodio se unió con acido clorhídrico y acido acético con etilo formando
asi cloruro de sodio y acetato de etilo estas nuevas parejas vivieron felices
cada una cumpliendo sus funciones para
las cuales se crearon en la vida cotidiana, el cloruro de sodio enriquece nuestras comidas y el
acetato de etilo es uno de los componentes del vino, no hay nada mejor que una
buena comida acompañada de un buen vino
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